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La mofeta: otra arma israelí de castigo colectivo

May 17, 2021
Rebelión, España . Las fuerzas israelíes la utilizan como arma de “control de masas” para castigar colectivamente a los civiles palestinos que se atreven a protestar.

En Nazaret, Haifa, Ramala, Jerusalén y otros lugares, las y los palestinos se manifiestan contra la limpieza étnica permanente que practica el régimen israelí. Motivados e inspirados ahora por la firme resistencia de las familias palestinas que se enfrentan a los desalojos forzosos de sus hogares en el barrio de Sheij Yarrah de Jerusalén, han salido a la calle con valentía –porque lo hacen a sabiendas de que lo que les espera es una brutal represión por parte del ejército y la policía israelíes.

De hecho, en el recinto de Al Aqsa, donde se ha producido gran parte de la violencia contra los y las manifestantes, los palestinos fueron atacados con gases lacrimógenos y disparos mientras rezaban. Más al sur, Israel ha lanzado ataques aéreos sobre Gaza que han alcanzado edificios civiles y han matado a más de 40 personas, entre ellas al menos 14 menores.

Además de los muertos, centenares de personas han resultado heridas por balas reales y de goma, por gases lacrimógenos y palizas, pero también por un arma menos conocida por los medios de comunicación internacionales que cubren las protestas. Muchos se han referido erróneamente a ella como cañón de agua camión de aguas residuales.

En árabe lo llamamos jarara –literalmente “el cagadero”, por su olor pútrido. En inglés, se llama skunk water, o agua de mofeta, por el olor ostensiblemente putrefacto que desprenden las mofetas. El agua de mofeta la ha desarrollado como “arma de control de multitudes” una empresa israelí llamada Odortec.

Se trata de un compuesto líquido con un olor horrible descrito por quienes lo han experimentado como el olor de aguas residuales mezclado con cadáveres en descomposición.

En realidad se trata de una mezcla de sustancias químicas que provoca intensas náuseas, impide la respiración normal y provoca violentas arcadas y vómitos. El informe de seguridad de la empresa que lo fabrica indica asimismo que puede causar irritación de la piel, dolor ocular y abdominal. Los palestinos también han informado de que provoca la caída del cabello.

Las fuerzas de seguridad que utilizan agua de mofeta afirman que no es letal ni tóxica. Sin embargo, en dosis altas puede tener un efecto letal, y disparada desde un cañón de agua y rociada a una presión extremadamente alta puede causar lesiones graves. Una pequeña rociada de agua de mofeta deja hedor en la piel durante días.

En la ropa y en los edificios el hedor puede prolongarse aún más. Las fuerzas israelíes, claro está, no sólo la utilizan para reprimir las protestas; también la emplean como castigo colectivo. Los camiones con agua de mofeta pasan por los barrios palestinos rociando los edificios en represalia contra los residentes locales que protestan contra la ocupación israelí y el apartheid.

Cuando eso ocurre, las tiendas y negocios tienen que cerrar durante días y las familias tienen que abandonar sus casas durante un tiempo prolongado hasta que el hedor desaparece. Eso es lo que la convierte en una brutal herramienta de castigo colectivo.

Por Yara Hawari